El GPS determina una posición geográfica concreta en segundos, pero no es capaz de establecer una localización en interiores con precisión
En posts anteriores hablamos de qué son las tecnologías de posicionamiento o localización en interiores (IPS), de los servicios y las posibilidades que ofrece e hicimos un breve glosario sobre conceptos básicos. Pero, ¿de dónde provienen este tipo de tecnologías?
Se puede decir que todo se inició con el nacimiento de los sistemas de posicionamiento, esto es, los antecedentes de los sistemas de posicionamiento global o GPS, una tecnología que sirve para determinar una posición geográfica en cualquier parte del mundo, de forma precisa y en cuestión de segundos.
El primer sistema de posicionamiento se dio a conocer en 1965, conocido como “Sistema TRANSIT”. Se trataba de una tecnología con fines estratégicos, creada para que las fuerzas militares estadounidenses pudiesen conocer posiciones geográficas en cualquier punto del mundo. Este sistema inicial, desarrollado por la NASA y el Departamento de Defensa norteamericano, solo se valía de seis satélites para determinar ubicaciones. Por ello, a pesar de tratarse de un gran adelanto y de servir de gran ayuda, esta primera solución era incapaz de ofrecer una disponibilidad constante y necesitaba al menos dos horas para ofrecer una posición correcta. Cabe destacar que este antecedente del GPS ya era independiente de las condiciones atmosféricas y que proporcionaba una cobertura geográfica casi global a pesar de su baja infraestructura. Por su parte, Rusia poseía un sistema propio, el “TSICADA”, con más o menos las mismas prestaciones que la versión de EE.UU.
Como muchos avances, el GPS surgió de la industria militar
La necesidad de superar a sus enemigos hizo que el Departamento de Defensa norteamericano encargase 28 satélites gemelos a la empresa Rockwell, de los cuales el primero se puso en órbita en 1978. En diciembre de 1983, por fin, se inauguró el GPS o sistema de posicionamiento global, una tecnología de localización geográfica, capaz de dar respuesta a peticiones de posicionamiento al momento y con una precisión de alrededor de un metro, susceptible, además, de ser incorporado en misiles, bombas y vehículos. Por supuesto, limitada únicamente al sector militar.
Fue en 1984, tras el derribo de un avión de pasajeros americano por entrar en territorio de la Unión Soviética, cuando el presidente Ronald Reagan decidió ampliar a la sociedad civil el acceso a los receptores GPS. Y así fue como, poco a poco, salieron al mercado los primeros aparatos del reciente sistema, cada vez más sofisticados y más precisos hasta llegar a los dispositivos que conocemos en la actualidad.
Conoce más sobre esta historia en este artículo.